viernes, 21 de junio de 2013

Conocer El Piélago




Podemos acceder al piélago desde el Real de San Vicente o desde Navamorcuende con una distancia en ambos casos desde Talavera de la Reina de algo más de 30 kilómetros. En la primera opción subiremos entre castañares y en la segunda atravesaremos un hermoso rebollar; e punto de partida del sendero se sitúa junto a un pinar, donde la carretera deja de ascender e inicia el descenso.
Desde allí recorreremos unos 300 metros dirección Navamorcuende hasta un camino que parte desde una curva hacia el repetidor. Cuando hemos avanzado unos 100 metros, observamos unos muros derruidos a la izquierda, nos acercaremos para observar unos pozos de nieve, en ellos los frailes del convento acumulaban apisonada la nieve en capas que alternaban con paja para luego venderla en Talavera, constituyendo está una de las mayores fuentes de ingresos, no en vano, fue esta la única forma de refrigeración hasta finales del siglo XIX.
Por la base del Cerro Pelado atravesamos un pinar y contemplamos a la izquierda la cuenca formada entre las elevaciones de Cruce, Pelados y San Vicente, lo que conocemos como El Piélago, lugar llamado así por haber tenido hasta las cien fuentes que se contaban en el siglo XVIII. Llegamos junto a la base del Cerro de las Cruces y tomamos el camino que, por su loma nos lleva entre robles y rebollos hasta los repetidores de televisión, desde esta cumbre podemos disfrutar de una vista incomparable de la Sierra de Gredos y los pueblos de la cara norte de la Sierra de San Vicente (Almendral y la Iglesuela).
Desde aquí descendemos en dirección sur por el camino que bajaba paralelo a una antigua línea eléctrica, hasta llegar a la misma carretera que atraviesa un conjunto de tres molinos de agua, uno de ellos es casi monumental, tiene todo el edificio y el cubo fabricados en sillería.
Seguimos la carretera hasta llegar a la zona de esparcimiento y campamentos, en ella podemos descansar para continuar carretera adelante hasta el convento, construcción en ruinas del siglo XVII, tiene un aspecto típicamente románico, con su hiedra y ambiente sombrío.



Aterdecer Rojo



Intouchable